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sinequipaje

Si me lo pides...

¿Os habeis parado alguna vez a pensar las cosas que se pueden hacer por los amigos? Hay cosas a las que no puedes decir que no, aunque realmente te dé terror hacerlas.

qué miedo

Así tras largos días de indecisión y de dudas nos subimos a un avión camino a Utrecht!. Los motores se encendieron, y el avión se empezó a mover y a subir, y a subir, y a subir...cuando los oidos se me entaponaron y empezaron hacer ruidos raros...¡Ayyssss! Que me van a explotar!! Y abro la boca, más y más hasta que por fin lo noto.

Amsterdam !Está bajando! !Mirad allí abajo! !Se ven casas! ¡Estamos en Amsterdam chicas!
Pamplona-Barcelona-Girona-Amsterdam-Utrecht...ya sólo queda media hora y le veremos. Estamos cansadas,las ojeras nos delatan, sólo queremos dormir. ¡EH! que está allí...esperándonos en el otro arcén. !!HOLAAAAAAAAAAAAAA!! Abrazos, besos,risas,esperanzas,ansiedad. Poco tiempo para tan pocas cosas. Hablar y hablar y hablar. No me había imaginado nada, ni siquiera había mirado en internet cómo era aquella ciudad.¡Qué preciosidad!

La residencia, unos enormes bloques de pisos con cientos de habitaciones. Las habitaciones que en un principio habían sido blancas estaban decoradas por firmas, dibujos, pegatinas que cada cual pone a su antojo. Quizás parezca un descontrol y quizás lo sea, pero gracias a eso, puede que al día siguiente cuando salgas de tu habitación te encuentres con una poesía de parte de aquella persona para la que eres importante. Recordad que estamos con Erasmus. Todos de un sitio diferente pero todos unidos por una misma experiecia. Vivir en un lugar lejos de casa donde la dificultad de la comunicación hace que la vida sea más que intensa. Una vez situadas, sin más tardar una siesta, una ducha y a preparase que es sábado y hay fiesta. Al día siguiente, nuestro primer paseo en bicicleta por la ciudad. Miento, no fue el primero, pero los demás iba en la parrilla. Por primera vez cojí "mi" bici. Los días eran frios pero teníamos las sensación de estar viviendo nuestro "Verano azul" particular. Las calles daban tranquilidad, las tiendas más curiosas y los canales nos acompañaban en el camino.

UtrechtUna sensación me recorría el cuerpo. No podía dejar de pensar que todo era precioso y lo afortunada que era por haber encontrao un lugar en el que realmente me gustaría vivir. Quizás fue exagerao pero esa sensación no se me ha borrado. ¿Quizás es que el destino pretende que vuelva? Sí chiquilla, cuantos sacrificios hay que hacer por los amigos e?

1 comentario

ale -

che que lindas que son las tres les mando un beso donde mas les guste