El Tratado de los "buenos" y antiguos modales
Este post no es de ningún viaje, pero contiene una serie de curiosidades y buenos modales que son "necesarios" para un buen viajero. Y es que un poco de culturilla nunca viene mal.
El código más antiguo sobre buena educación es el "Papiro de Prisse",
que según los historiadores data del Imperio antiguo egipcio, alrededor de 2500 a.C. Contiene un conjunto de normas para los más jóvenes y sugiere entre otras muchas prescripciones que en compañía de un superior, uno se ría cuando se ría éste.
Durante la época romana se comía con los dedos. Un plebeyo utilizaba los cinco, pero una persona de buena crianza se distinguía porque tocaba los alimentos sólo con tres dedos, tratando de no ensuciarse nunca el anular ni el meñique.
Datos históricos indican que aparecieron tenedores para comer en la Toscana del siglo XI, pero el clero condenó tajantemente su uso, argumentando que sólo los dedos humanos, creados por Dios, eran instrumentos dignos de utilizarse para manipular los alimentos que proporcionaba el Señor.
La cuchara, sin embargo fue aceptada desde su invención, como un utensilio muy práctico, especialmente para la ingestión de líquidos. Se han encontrado cucharas en excavaciones realizadas en Asia, que datan del Paleolítico, y también cucharas de madera, piedra, marfíl y oro, en antiguas tumbas egipcias.
Se atribuye a Richelieu, la invención del cuchillo de mesa con punta redondeada. Hacia el año 1630, los hombres de alto rango acostumbraban a utilizar en las comidas, el extremo puntiagudo del cuchillo para limpiarse los dientes. Richelieu ordenó a su mayordomo, según cuentan las leyendas francesas, que limara las puntas de los cuchillos de su casa, y muy pronto otros anfitriones empezaron a encargar cuchillos romos.
Cuando todavía era costumbre comer con las manos, las servilletas eran enormes toallas y entre egipcios, griegos y romanos, las mesas de los banquetes contaban con recipientes llenos de agua aromatizada con flores y hierbas, para limpiearse las manos durante la comida.
Según antiguos documentos, allá por 1680, había veintiséis maneras de doblar las servilletas según la ocasión. Así se cita la forma del Arca de Noé para los clérigos, o la forma de gallina para los aristócratas de alto rango. También se citan las formas de polluelo, carpa, tortuga, toro, oso, o conejo, indicadas para diferentes rangos de comensales.
En el siglo XI, una costumbre nueva en la corte fue la de emparejar en un banquete a un noble con una dama, con la particularidad de que ambos debían de compartir una misma copa y un mismo plato.
En la Europa del S. XIV estaba muy mal vista la costumbre de limpiarse la nariz con el mantel pero era un uso bien aceptado el de sonarse con los dedos.
En el año 1530,Erasmo de Rotterdam, en su "Tratado sobre la urbanidad en la infancia", aconseja: "Vuélvete cuando escupas, para que tu saliva no moje a nadie, y si cae algo purulento en el suelo debe ser pisado una y otra vez, para que no produzca náuseas a nadie". Y también: "Si no puedes tragar un pedazo de comida, vuélvete discretamente y échalo en alguna parte".
En el siglo XIV los brindis adquirieron mucha popularidad en Occidente, y se hizo costumbre que durante un banquete, cada copa debía ser dedicada a alquien. Una manera de insultar directamente a uncomensal era omitir un brindis en su honor.
El origen del brindis lo sitúan los historiadores entre los griegos durante el siglo VI a.C., y con la finalidad de asegurar a los invitados que el vinoo que iban a consumir no estaba envenenado. El anfitrión bebía el primer vino servido de la jarra y, una vez convencidos los comensales de que no ofrecía peligro, alzaban a su vez sus copas, brindaban y bebían también.""
El código más antiguo sobre buena educación es el "Papiro de Prisse",
que según los historiadores data del Imperio antiguo egipcio, alrededor de 2500 a.C. Contiene un conjunto de normas para los más jóvenes y sugiere entre otras muchas prescripciones que en compañía de un superior, uno se ría cuando se ría éste.
Durante la época romana se comía con los dedos. Un plebeyo utilizaba los cinco, pero una persona de buena crianza se distinguía porque tocaba los alimentos sólo con tres dedos, tratando de no ensuciarse nunca el anular ni el meñique.
Datos históricos indican que aparecieron tenedores para comer en la Toscana del siglo XI, pero el clero condenó tajantemente su uso, argumentando que sólo los dedos humanos, creados por Dios, eran instrumentos dignos de utilizarse para manipular los alimentos que proporcionaba el Señor.
La cuchara, sin embargo fue aceptada desde su invención, como un utensilio muy práctico, especialmente para la ingestión de líquidos. Se han encontrado cucharas en excavaciones realizadas en Asia, que datan del Paleolítico, y también cucharas de madera, piedra, marfíl y oro, en antiguas tumbas egipcias.
Se atribuye a Richelieu, la invención del cuchillo de mesa con punta redondeada. Hacia el año 1630, los hombres de alto rango acostumbraban a utilizar en las comidas, el extremo puntiagudo del cuchillo para limpiarse los dientes. Richelieu ordenó a su mayordomo, según cuentan las leyendas francesas, que limara las puntas de los cuchillos de su casa, y muy pronto otros anfitriones empezaron a encargar cuchillos romos.
Cuando todavía era costumbre comer con las manos, las servilletas eran enormes toallas y entre egipcios, griegos y romanos, las mesas de los banquetes contaban con recipientes llenos de agua aromatizada con flores y hierbas, para limpiearse las manos durante la comida.
Según antiguos documentos, allá por 1680, había veintiséis maneras de doblar las servilletas según la ocasión. Así se cita la forma del Arca de Noé para los clérigos, o la forma de gallina para los aristócratas de alto rango. También se citan las formas de polluelo, carpa, tortuga, toro, oso, o conejo, indicadas para diferentes rangos de comensales.
En el siglo XI, una costumbre nueva en la corte fue la de emparejar en un banquete a un noble con una dama, con la particularidad de que ambos debían de compartir una misma copa y un mismo plato.
En la Europa del S. XIV estaba muy mal vista la costumbre de limpiarse la nariz con el mantel pero era un uso bien aceptado el de sonarse con los dedos.
En el año 1530,Erasmo de Rotterdam, en su "Tratado sobre la urbanidad en la infancia", aconseja: "Vuélvete cuando escupas, para que tu saliva no moje a nadie, y si cae algo purulento en el suelo debe ser pisado una y otra vez, para que no produzca náuseas a nadie". Y también: "Si no puedes tragar un pedazo de comida, vuélvete discretamente y échalo en alguna parte".
En el siglo XIV los brindis adquirieron mucha popularidad en Occidente, y se hizo costumbre que durante un banquete, cada copa debía ser dedicada a alquien. Una manera de insultar directamente a uncomensal era omitir un brindis en su honor.
El origen del brindis lo sitúan los historiadores entre los griegos durante el siglo VI a.C., y con la finalidad de asegurar a los invitados que el vinoo que iban a consumir no estaba envenenado. El anfitrión bebía el primer vino servido de la jarra y, una vez convencidos los comensales de que no ofrecía peligro, alzaban a su vez sus copas, brindaban y bebían también.""
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