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Tasmania, el mundo al revés

demonio de Tasmania

TazAunque sea más famosa por el diablo de los hermanos Warner, Tasmania es el nombre del único estado insular de Australia. Se trata de un paisaje al sur del país que conserva todo el encanto de una tierra apenas corrompida por la mano del hombre. Un paraje increíble que se extiende en las antípodas de nuestro territorio.

Tasmania está situada en el mar que lleva el mismo nombre. Es aproximadamente 32 veces mayor que Inglaterra y tiene una población de 19 millones de personas. El clima de la isla es lluvioso, de temperatura templada. Más del 30% de su territorio está declarado Parque Nacional y es el lugar ideal para los amantes de la naturaleza y los deportes de aventura.

Port ArthurAl sur de Tasmania se encuentra Hobart, la capital de la isla. Para los australianos es una de la ciudades más atractivas del país, debido a su mezcla de modernidad y paz. Sin embargo, lo que verdaderamente llama la atención al visitante es la cercana Port Arthur, una antigua colonia penitenciaria donde se encuentra el Museo de los Convictos. Aquí se narran numerosas leyendas que cuentan las fugas más heróicas conocidas.

paseo acuáticoPero todo viajero que se precie debe darse un paseo por la zona menos visitada, el suroeste de la isla, conocida como la «Ultima Frontera». Esta zona está casi deshabitada, a excepción de algunos poblados dispersos. Los amantes del surf encuentran en las playas de esta zona de Tasmania un paraíso de olas y viento. En el oeste de la isla también se puede disfrutar de los cruceros que recorren el río Gordon. Para los amantes del senderismo y la pesca, el Parque Natural de Cradle Mountain es uno de los mayores atractivos. Cuenta con 126.025 hectáreas y está culminado por picos como el monte Rufus y lagos como el St. Clair, donde abunda la pesca de truchas. Para los excursionistas, la caminata más famosa es la que recorre el borde del lago desde su extremo norte hasta Cintya Bay, un paseo de 80 kilómetros en total. Además, el paraje permite practicar el rafting, ya que los ríos cercanos ofrecen una excelente oportunidad para iniciarse en el mundo de las aguas bravas.

Para todos los amantes de la naturaleza, el deporte, los animales y, sobre todo, para quienes necesiten cambiar de aires: un viaje que os dejará cabeza abajo.

Tesoros de Escocia

Inverness

Lago Ness Lalalala

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Leyendas Mayas

Chichen Itzá Siempre he sentido una cierta fascinación por las civilizaciones antiguas. De un modo u otro, todas han aportado algo al mundo que hoy conocemos, ya sea en el terreno del arte o de la agricultura. Y, a pesar de ello, a pesar de todo lo que hemos descubierto sobre ellas, en el fondo siguen siendo un complejo misterio para nosotros.

Aztecas, incas, olmecas... Los diferentes pueblos indígenas de la América Precolombina no son una excepción. La riqueza histórica y cultural de todos ellos es innegable.

Entre los pueblos índigenas precolombinos, no nos podemos olvidar de los mayas. Esta civilización surgió hace aproximadamente unos 3000 años en la tierra que hoy conocemos como América Central. Vivían en casas hechas de yeso o adobe, con techos de paja, y su principal forma de subsistencia era la agricultura.

Los mayas construyeron grandes ciudades y templos espectaculares, sin el uso de instrumentos de metal. Cada área urbana era planeada cuidadosamente: los templos y palacios se ubicaban en el centro, y también se construía un recinto para el juego de pelota en las cercanías. Hoy en día, aún podemos visitar algunas de las construcciones monumentales que levantaron los mayas, entre las que destacan Chichén Itzá, Tulum, Uxmal o Cobá.

Pero esta civilización no destacó únicamente en la arquitectura. Los mayas también eran grandes artistas, sobre todo en lo referido a los trabajos en piedra, la pintura mural, la cerámica y la talla de piedras preciosas. Además, fueron verdaderos genios en el terreno de la ciencia. Tenían grandes nociones matemáticas, y desarrollaron la creencia de que el tiempo era cíclico, por lo que establecieron dos calendarios.

En uno de esos calendarios, los días estaban ordenados en torno a sus rituales y tradiciones religiosas. Y es que la mitología maya era muy compleja. Gracias a sus obras artísticas y a sus textos, tenemos constancia de que adoraban a un sinfín de deidades.

Escriba Maya Desde sus orígenes, los mayas han elaborado cuentos, leyendas y fábulas referidos a personajes míticos, a la noción del ser humano y a las leyes de la naturaleza. Estos relatos están basados en la experiencia (tanto individual como colectiva) del pueblo maya, y nos ayudan a entender sus tradiciones y su forma de vida. La mayoría son relatos anónimos, y se han transmitido de manera oral de generación en generación.

A continuación, os ofrezco una interesante lectura: la leyenda de "EL COCAY" ("La luciérnaga"). El autor de esta fábula es anónimo, y tampoco se conoce la época a la que corresponde. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que esta leyenda procede de la región del Yucatán.

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EL COCAY


El Cocay "Quizá alguna noche en el campo hayas visto una chispa de luz que brilla y se mueve de un lado a otro; esa luz la produce el cocay, que es el nombre que le dan los mayas a la luciérnaga. Ellos saben cómo fue que este insecto creó su luz, esta es la historia que cuentan:

Había una vez un Señor muy querido por todos los habitantes de El Mayab, porque era el único que podía curar todas las enfermedades. Cuando los enfermos iban a rogarle que los aliviara, él sacaba una piedra verde de su bolsillo; después, la tomaba entre sus manos y susurraba algunas palabras. Eso era suficiente para sanar cualquier mal.

Pero una mañana, el Señor salió a pasear a la selva; allí quiso acostarse un rato y se entretuvo horas completas al escuchar el canto de los pájaros. De pronto, unas nubes negras se apoderaron del cielo y empezó a caer un gran aguacero. El Señor se levantó y corrió a refugiarse de la lluvia, pero por la prisa, no se dio cuenta que su piedra verde se le salió del bolsillo. Al llegar a su casa lo esperaba una mujer para pedirle que sanara a su hijo, entonces el Señor buscó su piedra y vio que no estaba. Muy preocupado, quiso salir a buscarla, pero creyó que se tardaría demasiado en hallarla, así que mandó reunir a varios animales.

Pronto llegaron el venado, la liebre, el zopilote y el cocay. Muy serio, el Señor les dijo:
—Necesito su ayuda; perdí mi piedra verde en la selva y sin ella no puedo curar. Ustedes conocen mejor que nadie los caminos, las cavernas y los rincones de la selva; busquen ahí mi piedra, quien la encuentre, será bien premiado.

Al oír esas últimas palabras, los animales corrieron en busca de la piedra verde. Mientras, el cocay, que era un insecto muy empeñado, volaba despacio y se preguntaba una y otra vez:
—¿Dónde estará la piedra? Tengo que encontrarla, sólo así el Señor podrá curar de nuevo.

Y aunque el cocay fue desde el inicio quien más se ocupó de la búsqueda, el venado encontró primero la piedra. Al verla tan bonita, no quiso compartirla con nadie y se la tragó.
—Aquí nadie la descubrirá —se dijo—. A partir de hoy, yo haré las curaciones y los enfermos tendrán que pagarme por ellas.

Pero en cuanto pensó esas palabras, el venado se sintió enfermo; le dio un dolor de panza tan fuerte que tuvo que
devolver la piedra; luego huyó asustado. Entre tanto, el cocay daba vueltas por toda la selva. Se metía en los huecos más pequeños, revisaba todos los rincones y las hojas de las plantas. No hablaba con nadie, sólo pensaba en qué lugar estaría la piedra verde.

Para ese entonces, los animales que iniciaron la búsqueda ya se habían cansado. El zopilote volaba demasiado alto y no alcanzaba a ver el suelo, la liebre corría muy aprisa sin ver a su alrededor y el venado no quería saber nada de la piedra; así, hubo un momento en que el único en buscar fue el cocay.

Un día, después de horas enteras de meditar sobre el paradero de la piedra, el cocay sintió un chispazo de luz en su cabeza:
—¡Ya sé dónde está! —gritó feliz, pues había visto en su mente el lugar en que estaba la piedra.

Voló de inmediato hacia allí y aunque al principio no se dio cuenta, luego sintió cómo una luz salía de su cuerpo e iluminaba su camino. Muy pronto halló la piedra y más pronto se la llevó a su dueño.
—Señor, busqué en todos los rincones de la selva y por fin hoy di con tu piedra —le dijo el cocay muy contento, al tiempo que su cuerpo se encendía.

—Gracias, cocay —le contestó el Señor— veo que tú mismo has logrado una recompensa. Esa luz que sale de ti representa la nobleza de tus sentimientos y lo brillante de tu inteligencia. Desde hoy te acompañará siempre para guiar tu vida.

El cocay se despidió muy contento y fue a platicarle a los animales lo que había pasado. Todos lo felicitaron por su nuevo don, menos la liebre, que sintió envidia de la luz del cocay y quiso robársela.
—Esa chispa me quedaría mejor a mí; ¿qué tal se me vería en un collar? —pensó la liebre.

Así, para lograr su deseo, esperó a que el cocay se despidiera y comenzó a seguirlo por el monte.
—¡Cocay! Ven, enséñame tu luz —le gritó al insecto cuando estuvo seguro de que nadie los veía.

—Claro que sí —dijo el cocay y detuvo su vuelo. Entonces, la liebre aprovechó y ¡zas! le saltó encima. El cocay quedó aplastado bajo su panza y ya casi no podía respirar cuando la liebre empezó a saltar de un lado a otro, porque creía que el cocay se le había escapado.

El cocay empezó a volar despacio para esconderse de la liebre. Ahora, fue él quien la persiguió un rato y en cuanto la vio distraída, quiso desquitarse. Entonces, voló arriba de ella y se puso encima de su frente, al mismo tiempo que se iluminaba. La liebre se llevó un susto terrible, pues creyó que le había caído un rayo en la cabeza y aunque brincaba, no podía apagar el fuego, pues el cocay seguía volando sobre ella.

En eso, llegó hasta un cenote y en su desesperación, creyó que lo mejor era echarse al agua, sólo así evitaría que se le quemara la cabeza. Pero en cuanto saltó, el cocay voló lejos y desde lo alto se rió mucho de la liebre, que trataba de salir del cenote toda empapada.

Desde entonces, hasta los animales más grandes respetan al cocay, no vaya a ser que un día los engañe con su luz".


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Tulum XelHa Hoy en día, la población maya ronda los 7 millones de personas. Los descendientes de quienes construyeron las pirámides aún habitan los estados mexicanos de Chiapas, Campeche, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán, así como los países Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador.

En todas estas regiones, los mayas viven en pequeñas aldeas que parecen ajenas al paso del tiempo, hablan su antigua lengua, cosechan la tierra tal y como lo hacían sus ancestros y rinden culto a muchas de sus más antiguas tradiciones.

Del mismo modo en que sus construcciones monumentales han aguantado el paso del tiempo, su riqueza cultural y sus leyendas también han permanecido vivas durante miles de años.

Para incrédulos.

Santa Claus en su taller

Muchos dirán que Santa Claus no existe y yo les responderé: ¿y quién es ese hombre orondo, de pelo y barba blancos, miope y sonora risa que trabaja en una Oficina Postal cerca de Rovaniemi en Finlandia?
Pues, sí señor, es el mismísimo Santa Claus. Alguien a quien podemos visitar si en una de nuestras escapadas nos acercamos hasta Laponia.

En estas fechas, os propongo un viaje que requiere al menos, una buena bufanda y un grueso abrigo. Nos desplazamos hasta Laponia, una reserva natural de Finlandia en la que la población de renos supera a la de personas. A pesar de que el finlandés más conocido es Santa Claus, los sami son los habitantes autóctonos, quienes poseen una cultura, idioma y tradiciones propias desde muy antiguo.

Aunque en un principio no de esa impresión, hay muchas actividades que hacer en Laponia. En verano se puede participar en excursiones a pie o en bicicleta, navegar en barcas por los ríos u otras actividades que organizan

Rovaniemi de nochelas casas de safaris. En invierno las diversiones y actividades se multiplican y se puede hacer todo lo imaginable en la nieve: un crucero en rompehielos, visitar un castillo de hielo, dormir o cenar en un iglú, conducir un trineo tirado por renos o huskies o una moto de nieve por los bosques y ríos helados. Además la vida nocturna en estos parajes es francamente impresionante.

Pero nadie que vaya a Laponia se quedará sin visitar la aldea de Santa Claus. Se puede llegar a ella en moto de nieve o en un trineo tirado por renos, eso sí, no se debe olvidar el traje térmico que nos proteja de unas temperaturas que pueden alcanzar los ¡50 grados bajo cero!. Esta pequeña población tiene hoteles en los que nos podremos alojar y en ella se encuentra la Oficina Postal donde, a diario, Santa Claus lee los millones de cartas que recibe de todo el mundo. Como ya sabréis, Santa habla multitud de idiomas, así que no tiene dificultad a la hora de saber lo que hemos pedido.

El viaje a Laponia se puede completar con la visita a una granja de los mejores amigos de Papá Noel: los renos. En ellas nos enseñarán los cuidados que requieren estos animales y sus dotaciones para poder realizar el ejercicio físico que llevan a cabo en un lugar tan gélido.

Santa Claus y uno de sus renos



Y para los más aventureros que se animen a conducir un trineo por el hielo, ¿qué mejor que unas clases para sacarse la licencia de conducción?

Este es un viaje más que recomendable si queréis visitar un lugar, seguro, inolvidable. Eso sí, no es apto para cualquier bolsillo. Yo os animo a pedírselo este año a Santa Claus, ¡y ya nos marcharemos el año que viene!.

Una excusa para viajar

Una excusa para viajar

¿Quien diría que un examen puede ser motivo de alegría? Pues sí nada mejor que apuntarse algún idioma extranjero como coreano, japonés... para tener la excusa de irte a pasar un fin de semana por ejemplo a Barcelona.Este es el ejemplo de un grupos de amigos que asisten a clase de japonés aquí en Pamplona. La mayoría empezaron hace unos cuatro años a interesarse en el idioma pero hace sólamente dos años que decidieron irse a Barcelona a presentarse al examen.
Este tipos de exámenes se hace una vez al año,el mismo día en todo el mundo y en el caso del japonés coincide siempre domingo.
El viaje ya se han convertido en este poco tiempo en un evento anual al que no se puede faltar. Si se ha estudiado se va a por los título sino, siempre viene bien ver como será el examen para el año próximo.
Además, poco a poco, con los años de experiencia, los nervios van disminuyendo y según dicen, caes en la cuenta de que no vale la pena quedarte en el hotel sin levantar la cabeza de los libros. Recordad que no se va a aprender mucho más de lo que ya se sabe, por lo que es mejor aprovechar el fin de semana para pasear por las ramblas, el paseo marítimo, Paseo de Gracia; ir de compras a la roca, al fnac, corteinglés; salir por la noche por Valmes, Muntaner...y además difrutar con la exquisita gastronomía japonesa!Como no! Algo que aquí en Pamplona no se puede hacer muy a menudo pues solo existe un resturante japonés.

Feliz Año Nuevo

Feliz 2005!



Por un 2005 en el que los viajes de vuestros sueños se hagan realidad.


¡FELIZ AÑO NUEVO!

Boston

Boston-Chicago

Verona: la ciudad de Romeo y Julieta

Verona: la ciudad de Romeo y Julieta

Un tal Luigi da Porto i della Corte narró el romance en 1530 como algo sucedido 200 años atrás. La historia narraba de una manera imaginativa pero no exenta de ciertas dósis de verosimilitud, la disputa entre dos familias, en una época en la que existían en Verona más de 700 casas fortaleza. Todo ello combinado con una profunda historia de amor imposible entre miembros de las dos familias.
Pocos años después, la historia fue reescrita por Bandello, dominico y obispo en Francia, y de allí se vertió al inglés, llegando a manos de William Shakespeare que la hizo obra de teatro. El resto es historia.

La casa de Julieta, que existe, con su balcón y todo, es la causa de que Verona sea la cuarta ciudad de Italia más visitada, después de Roma, Florencia y Venecia. En la imagen se puede observar la casa de Julieta y su famoso balcón.

Existen recorridos turísticos que empiezan en la casa de Julieta, allí los numerosos turistas se hace una foto junto a la estatua en bronce de Julieta, la tradición manda tocarle un seno, que se encuentra ya un poco desgastado por tanto sobeteo. Los más insaciables pueden continuar recorriendo las vetustas callejuelas hasta la casa de Romeo, para terminar en la tumba de Julieta, que se encuentra en un antiguo convento capuchino extramuros de la ciudad, en una sugestiva celda donde descansa un abierto y vacío sarcófago de mármol rojo, como símbolo de la tragedia de los amantes.

Ni que decir tiene que el nombre de los amantes aparece en Verona hasta en la sopa. El Club di Giulietta organiza encuentros y espectáculos y para el Día de los Enamorados convoca un concurso de cartas de amor: la más hermosa sale publicada en el periódico local.

Una "casita" real

Una "casita" real

La residencia de verano de los Habsburgo se encuentra en Viena. Se llama Schönbrunn. Allí vivió Sissi con Francisco Jose I. También fue donde Mozart dió su primer concierto en la corte, siendo tan solo un niño.

El Palacio de Schönbrunn es uno de los principales edificios históricos y culturales de Austria. Desde el siglo XIX ha sido una de las principales atracciones turísticas de la ciudad.

En 1559 el emperador Maximiliano II hizo construir un pequeño palacio de caza que sería pasto de las llamas en repetidas ocasiones y fue finalmente destruido completamente en el segundo sitio de Viena (1683). A raíz de ello, el emperador Leopoldo I encarga a Johann Bernhard Fischer von Erlach la construcción de un palacio para su hijo José, el futuro José I.

El arquitecto presenta un plan que de una manera muy reducida a sus pretensiones iniciales encuentra realización entre los años 1692 y 1713. De esta primera construcción sólo queda la Capilla de Palacio (Schlosskapelle) y la Escalera Azul (Blaue Stiege) con un fresco de Sebastiano Ricci. Carlos VI no mostró especial interés en Schönbrunn, pero será su hija, María Teresa quien convertiría el palacio en residencia veraniega de los Habsburgo; status que conservaría hasta el final de la monarquía en 1918.

Durante el gobierno de María Teresa se procede además a una ampliación importante del palacio bajo la batuta de Nikolaus von Pacassi, quien ya había trabajado también para la familia imperial en la Hofburg. La mayor parte de la decoración interior tiene su origen en esta época y es una de las pocas muestras existentes del llamado rococó austríaco. Hacia 1765 Johann Ferdinand Hetzendorf von Hohenberg, que es considerado ya un representante de la primera etapa del clasicismo, asume la dirección de los trabajos de construcción del palacio. Su obra más significativa es la Glorieta que completa ópticamente el gran parque palaciego.

Entre 1817 y 1819 Johann Aman lleva a cabo una unificación y simplificación de la fachada siguiendo ya claramente los dictados del clasicismo. De esa época es también el color amarillo tan característico de la fachada, que hasta el siglo XX constituiría una de las "marcas" de la monarquía habsburga, pues todos los edificios oficiales estaban pintados con el mismo color.

El palacio cuenta con 1.441 habitaciones de muy diferentes tamaños. Recibe anualmente unos 1,5 millones de visitantes (a pesar del elevado pago de una entrada), y los jardines llegan hasta los 5,2 millones por año. De ahí que este monumento constituya uno de los pilares del negocio turístico de la ciudad de Viena. En este recinto nació el Emperador Maximiliano I de México y en el año 1961 fue sede de una reunión entre el presidente John F. Kennedy y Nikita Khrushchev. La UNESCO declaró al edificio Patrimonio Común de la Humanidad en 1996. Para todos los que estén interesados en este palacio os adjunto la dirección de su página web (que está en alemán, inglés e italiano): Schöenbrunn

El Tratado de los "buenos" y antiguos modales

El Tratado de los "buenos" y antiguos modales

Este post no es de ningún viaje, pero contiene una serie de curiosidades y buenos modales que son "necesarios" para un buen viajero. Y es que un poco de culturilla nunca viene mal.

El código más antiguo sobre buena educación es el "Papiro de Prisse",
que según los historiadores data del Imperio antiguo egipcio, alrededor de 2500 a.C. Contiene un conjunto de normas para los más jóvenes y sugiere entre otras muchas prescripciones que en compañía de un superior, uno se ría cuando se ría éste.

Durante la época romana se comía con los dedos. Un plebeyo utilizaba los cinco, pero una persona de buena crianza se distinguía porque tocaba los alimentos sólo con tres dedos, tratando de no ensuciarse nunca el anular ni el meñique.

Datos históricos indican que aparecieron tenedores para comer en la Toscana del siglo XI, pero el clero condenó tajantemente su uso, argumentando que sólo los dedos humanos, creados por Dios, eran instrumentos dignos de utilizarse para manipular los alimentos que proporcionaba el Señor.

La cuchara, sin embargo fue aceptada desde su invención, como un utensilio muy práctico, especialmente para la ingestión de líquidos. Se han encontrado cucharas en excavaciones realizadas en Asia, que datan del Paleolítico, y también cucharas de madera, piedra, marfíl y oro, en antiguas tumbas egipcias.

Se atribuye a Richelieu, la invención del cuchillo de mesa con punta redondeada. Hacia el año 1630, los hombres de alto rango acostumbraban a utilizar en las comidas, el extremo puntiagudo del cuchillo para limpiarse los dientes. Richelieu ordenó a su mayordomo, según cuentan las leyendas francesas, que limara las puntas de los cuchillos de su casa, y muy pronto otros anfitriones empezaron a encargar cuchillos romos.

Cuando todavía era costumbre comer con las manos, las servilletas eran enormes toallas y entre egipcios, griegos y romanos, las mesas de los banquetes contaban con recipientes llenos de agua aromatizada con flores y hierbas, para limpiearse las manos durante la comida.

Según antiguos documentos, allá por 1680, había veintiséis maneras de doblar las servilletas según la ocasión. Así se cita la forma del Arca de Noé para los clérigos, o la forma de gallina para los aristócratas de alto rango. También se citan las formas de polluelo, carpa, tortuga, toro, oso, o conejo, indicadas para diferentes rangos de comensales.

En el siglo XI, una costumbre nueva en la corte fue la de emparejar en un banquete a un noble con una dama, con la particularidad de que ambos debían de compartir una misma copa y un mismo plato.

En la Europa del S. XIV estaba muy mal vista la costumbre de limpiarse la nariz con el mantel pero era un uso bien aceptado el de sonarse con los dedos.

En el año 1530,Erasmo de Rotterdam, en su "Tratado sobre la urbanidad en la infancia", aconseja: "Vuélvete cuando escupas, para que tu saliva no moje a nadie, y si cae algo purulento en el suelo debe ser pisado una y otra vez, para que no produzca náuseas a nadie". Y también: "Si no puedes tragar un pedazo de comida, vuélvete discretamente y échalo en alguna parte".

En el siglo XIV los brindis adquirieron mucha popularidad en Occidente, y se hizo costumbre que durante un banquete, cada copa debía ser dedicada a alquien. Una manera de insultar directamente a uncomensal era omitir un brindis en su honor.

El origen del brindis lo sitúan los historiadores entre los griegos durante el siglo VI a.C., y con la finalidad de asegurar a los invitados que el vinoo que iban a consumir no estaba envenenado. El anfitrión bebía el primer vino servido de la jarra y, una vez convencidos los comensales de que no ofrecía peligro, alzaban a su vez sus copas, brindaban y bebían también.""

Bulgaria: Tchestito Rojdestvo Hristovo, Tchestita Koleda
El año comienza con la Koleda, el Año Nuevo Búlgaro, momento en el que los niños 'golpean' a sus padres, abuelos y amigos con el cornejo para desearles salud (ver el apartado de Costumbres).Los búlgaros en su mayoría son cristianos ortodoxos, mientras que los musulmanes representan el 12.7 % de la población, incluyendo no sólo a la minoría turca sino también, una parte de los gitanos y los pomaks (descendientes de los búlgaros que adoptaron el islam en el siglo XVII). Los pomaks hablan búlgaro y respetan las tradiciones búlgaras pero profesan la religión musulmana. En cuanto a los católicos, se calcula su número en cincuenta mil personas.Surva, Surovachka (ramitos de cornejo de forma tradicional, decorados con lazos multicolores, palomitas de maíz y frutas secas), los niños 'golpean' a sus padres, abuelos y amigos para desearles salud y suerte.Finalmente, no olvide dejar un hueco en su maleta para llevar algunas botellas del buen vino búlgaro, aguardientes de frutas y licor de rosas, así como condimentos que con seguridad le harán revivir el sabor y los aromas de la mesa búlgara. No deje de adquirir el recuerdo más típico de Bulgaria, es decir, una botella de esencia de rosas.
Abundan los objetos de madera, instrumentos musicales, juegos de cobre y cerámica para licores y vino, manteles multicolores y bordados a mano, joyas de plata a precios muy ventajosos, artículos de piel, una infinidad de muñecas en trajes nacionales e iconos pintados que se pueden adquirir en la cripta de la Catedral Alejandro Nevski, en el Monasterio de Rila, en Plovdiv y en algunos otros puntos turísticos.
El Festival Musical de Año Nuevo se celebra en el Palacio de la Cultura de Sofía.El yogurt es delicioso, nada que ver con el sabor del que conocemos. Me tomaba varios al día. Hay tres tipos, el de vaca, el de cabra y el mezclado.

Los búlgaros son muy supersticiosos, les inquieta el mal de ojos, tocan madera, pero jamás sobre una mesa porque el diablo se esconde debajo, se remangan la camisa si un gato negro cruza delante de ellos, no pasan bajo una escalera y no inician nada importante un martes. Las muchachas no deben sentarse en una esquina de la mesa y uno no debe barrer en dirección de ellas sino se quedarán solteras.

Una mujer no debe colocar nunca la cartera en el piso pues no tendrá nunca dinero. No se encienden tres cigarros o velas con la misma cerilla, pues trae mala suerte. Si uno desea que algo le salga bien, derrama un vaso de agua al piso antes de salir a la calle.

Los búlgaros tienen ciertas costumbres que nos pueden asombrar, como por ejemplo, cuando nace un niño, nadie puede ir a verlo a él ni a su madre antes de cuarenta días, así nadie le hace mal de ojos. Entonces pasado ese tiempo, ella invita a todos los amigos a venir a casa a comer un gran pan redondo para desear salud al bebé. El pan no se corta, sino que se le arrancan pedazos y se pone uno en lo alto de un armario para que el bebé crezca sano. Se pondrá siempre miel en la mesa para que su vida sea dulce.

Otra tradición es el prochtapoulnik. A partir del momento en que el bebé comienza a caminar se invitan a los amigos a casa y se ponen sobre una mesa diferentes objetos como: pluma, martillo, tijeras, destornillador, dinero, etc.se deja que el niño se desplace solo y según el utensilio que coja, ese será su oficio o profesión futura.

La boda puede durar varios días consecutivos de fiestas interminables, el primer brindis se hace en la iglesia.

Los entierros se hacen con un ritual bien preciso, la caja está abierta durante el oficio religioso. Después del entierro la familia se reúne para comer trigo hervido con azúcar pues es el símbolo de renacimiento, miel y vino.

En las iglesias hay personas que te ofrecen unas cajitas de cartón que contienen trigo y dulce de chocolate por el reposo del alma del difunto. Si no aceptas es una ofensa, pues se trata de la conmemoración (panihida). Se procede a esas conmemoraciones al cumplir cuarenta días del fallecimiento, pues estiman que el alma del ser querido queda entre nosotros durante ese período de tiempo.

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Los hombres del velo azul

Los hombres del velo azul

Los tuareg han sido siempre, en Europa, un producto de la imaginación popular: jinetes sobre elegantes camellos, viajeros en una tierra infinita, los últimos pueblos libres sobre nuestro planeta.

Su conocimiento está teñido de ideas románticas. Pero en realidad, estos grupos pastores tienen dificultad para adaptarse a un medio áspero. Sin contar con los frecuentes períodos de hambre que sufren. Y una libertad restringida de pastos para sus rebaños, de los que los tuareg son absolutamente dependientes.

La escasez de alimentos les ha obligado a practicar el "pillaje" como actividad económica, pero en la antigüedad fueron un pueblo poderoso y temido. Estaban en guerra permanente contra las ricas ciudades de la cuenca del Níger.

En la época colonial y, después, con la creación de las naciones africanas, han sostenido luchas desesperadas para mantener su independencia y libertad de movimientos.

En la actualidad, tras la rebelión de Tchin Tabaraden (mayo de 1990) y el período de intranquilidad que la siguió, la situación de los tuareg de Níger parece haberse "normalizado". El poder político ha hecho gestos que les garantizan una tranquilidad momentánea.

Sin embargo, profundos cambios, como la sedentarización, han obligado a numerosas comunidades familiares a "fabricarse" sus medios de vida y a adaptarse a nuevas situaciones. Algunos tuareg se han convertido en "agropastores"; otros, en guías turísticos. Una parte de los ex-resistentes han sido integrados en unidades militares saharianas de seguridad. Pero para la mayoría de los pastores nómadas la vida continúa, cada vez con mayores dificultades debido a la escasez creciente de las tierras de pastoreo y a la dramática situación económica del país.

¿Invierten los tulipanes en la Bolsa holandesa?

¿Invierten los tulipanes en la Bolsa holandesa?

Os cuento algo sobre los famosos tulipanes. El interés por el cultivo arraigó con especial fuerza en Holanda, donde por el 1650 se convirtió en una especie de locura llamada Tulipomanía que dio lugar a una especulación disparatada de plantas por las que se pagaban precios muy altos.

En el siglo XVI el embajador de Fernando I de Austria en la corte de los sultanes otomanos se sorprendió por la pasión que suscitaba una flor desconocida en Europa: el tulipán. Se llevó unos cuantos bulbos que se plantaron en 1554 en los jardines imperiales de Viena.

El nombre que se le dio, Tulip, fue el resultado de una confusión del diplomático, ya que "dülbend" significa turbante en persa, mientras que la preciosa flor se llamaba lale.

Un botánico de origen francés, Charles de Lécluse, se interesó por la morfología del tulipán y descubrió su fabulosa capacidad de hibridación. En 1594 obtuvo la primera floración de tulipa gesneriana en el jardín botánico de Leiden. Al divulgar sus investigaciones estaba muy lejos de imaginar que iba a desatar una verdadera locura que se apoderó de Holanda entera.

Cuando muchas personas ya se habían arruinado el gobierno decidió poner fin a la situación regulando el comercio de tulipanes. El cultivo de la planta acabó por convertirse en una actividad económica importante y los bulbos de tulipán son todavía un capitulo destacado de las exportaciones de Holanda.

Por lo que os recomiendo encarecidamente que visitéis este país. Merece la pena contemplar este paraíso floral.

Camino del Fin del mundo

Para no irnos muy lejos de casa esta vez, os propongo un corto desplazamiento a un pequeño pueblo costero situado a sólo 6 kilómetros de Pontevedra: Combarro. Se trata de una pequeña localidad marinera en la cual parece que no ha pasado el tiempo y que está considerada por muchos uno de los núcleos pesqueros más hermosos de la costa gallega.

calles de CombarroCombarro cuenta con alrededor de un millar de habitantes y conserva todo el encanto de lugares ya impensables en la gran ciudad. Y esto no lo digo yo, sino que Combarro fue declarado “Conjunto de interés artístico y pintoresco” en 1972 por constituir unas de las mayores muestras de arquitectura popular conservadas actualmente. Sus callejuelas son estrechas, construidas con adoquines irregulares, no pensados ni para tacones ni para vestidos de gala.

uno de los numerosos hórreosSe trata de un pueblo para pescadores y agricultores, que ha crecido para satisfacer las necesidades de sus habitantes. La costa es para la pesca, donde se encuentran 30 hórreos utilizados para almacenar el grano de maíz. Estas construcciones típicas se elevan con columnas para impedir la entrada de los roedores y evitar la filtración de la humedad de la tierra, lo que los dota de un aspecto peculiar. La cruz que corona los hórreos son muestra del fervor religioso que desde antiguo caracteriza al pueblo gallego.

Algo también típico de Galicia que tiene su muestra en Combarro, son los cruceiros que se erigen en distintas plazas y cruces de caminos. Éstos tienen profunda carga simbólica, ya que sirven para proteger a los caminantes de la Santa Compaña, la procesión de las almas en pena que se cree que aparece en las oscuras noches gallegas. En Combarro podemos encontrar seis de estos cruceiros, realizados a partir de 1727. En tres de ellos aparece la imagen de la Virgen del Socorro que, en actitud violenta, pisa y castiga a la representación del demonio. Hoy en día, los cruceiros protegen a los peregrinos que camino de Santiago, deciden desviarse por Combarro.

un cruceiro protector de caminantes



Además de la arquitectura, también se pueden contemplar escenas marineras que se desarrollan en el puerto y en la playa. Es habitual que las mujeres marisqueen cuando hay marea baja o que arreglen las redes de pesca en el muelle.

Si os decidís a seguir mi consejo y no perderos por nada del mundo este hermoso lugar, no olvidéis la gabardina y es que ya se sabe que acercarse a Galicia y no ver llover, es como no haber estado nunca. Una vez habiendo puesto al tiempo buena cara, podemos acercarnos hasta las tabernas de Combarro a degustar el queso de tetilla, el marisco recién recogido o los pimientos de Padrón, eso sí, sin olvidar un buen Albariño que pueda aliviar la tozudez de estas típicas guindillas.

Un "Oeste" no muy lejano...

Un "Oeste" no muy lejano...

La provincia de Almería posee unos escenarios naturales idóneos para las películas del Oeste. Tanto es así que durante muchos años se utilizaron como si se tratara de Arizona o California.

Adentrarnos en el desierto de Tabernas es como meterse en la piel sudorosa y rasposa de Clint Eastwood. Éste desierto es uno de los paisajes más insólitos de la península. A unos 30 km al norte de la ciudad de Almería se extiende esta franja de terreno desértico que debe su nombre a la localidad más próxima que domina el paraje. En los años 60, la rareza del paisaje llamó la atención a los productores de Hollywood , que comenzaron a rodar películas allí ambientadas en el lejano Oeste. El director Sergio Leone fue el que más contribuyó a que Tabernas sirviera de escenario para películas como "El bueno, el feo y el malo", "Por un puñado de dólares" o "La muerte tenía un precio".

Tabernas es el punto desde el que se pueden realizar 'expediciones' al más puro estilo del lejano Oeste. No lejos de esta localidad de influencias árabes, se encuentran los poblados que sirvieron de escenario para las películas: Mini Hollywood, Texas Hollywood y Western Leone, auténticos poblados con su Saloon, Banco, fuerte de los Confederados, e incluso la horca; pero todo son decorados de cartón piedra. La visita a los poblados merece la pena, pero también pasear por los parajes que los rodean. Cañones, ramblas de ríos secos o montes inhóspitos son parte de este paisaje desolado, el único desierto de la península.

Con poco dinero y muchas ganas de hacer amigos

campo de trabajo internacional, Leun 2003Hoy os voy a proponer una manera diferente de viajar. Y es que cada verano, muchos jóvenes optan por apuntar a un campo de trabajo que, al mismo tiempo que darte la oportunidad de viajar por el menor coste posible, te da la oportunidad de conocer a un montón de gente nueva y diferente. En mi caso, nos desplazamos hasta Alemania. Ahora, todos tendréis en mente a ese gran país que está en el centro de Europa: NADA MÁS LEJOS DE LA REALIDAD, nos situamos en un pueblo muy pequeñito que está formado por cuatro villas, Leun.

Para apuntarse a un campo de trabajo simplemente hay que estar dispuesto a renunciar por unos días a la comodidad de nuestras casas y lanzarse a la aventura. Sobre todo si te diriges al extranjero, no sabes qué te vas a encontrar ni con qué tipo de gente vas a compartir tu tiempo, pero esa cierta incertidumbre es lo que le da aún mayor emoción.

En mi caso, a los dos días de terminar el curso tomé un autobús que me llevó hasta Frankfurt. Son nada más y nada menos que 17 horas de viaje, un trayecto que se hace corto si es de noche y si durante él vas conociendo a tu compañera de viaje, que lo sería también de campo de trabajo. Una vez en Alemania, es relativamente sencillo orientarse con su amplia red de trenes.

Al llegar todo es muy extraño, ¡no entiendes a nadie! Dos polacos, un francés, una coreana, un rumano, una canadiense y dos monitores, una de mi edad y el chico poco mayor. Este es el único momento en el que quieres volver a coger el autobús y regresar a casa despavorida.

BissenbergDespués vas conociendo a la gente y el pueblo. Nuestra villa se llamaba Bissenberg, un lugar donde no había ni cabina telefónica. Está formado por enormes villas unifamiliares con jardín y, lo más sorporendente, cada una de ellas con un coche de lujo aparcado en la puerta. Ni un bar, ni una tienda. Para llamar por teléfono debíamos trasladarnos a Stockhausen (otra de las villas) y para coger el tren a Lahnbahnhof. Esto que al principio nos parecía una pesadilla, se convirtió en poco tiempo en parte del encanto de nuestro particular retiro.

pintandoEl trabajo no fue duro. Cada día nos dividíamos en dos grupos, unos iban a sacar ramas de la acequia para permitir que fluyera su cauce y otros a pintar los parques de los niños. Trabajo de lunes a viernes de ocho a dos, menos el viernes que terminábamos a las doce. Tardes y fin de semana libres. Desde mi punto de vista, no fue un trabajo duro, haces algo por una comunidad y, por supuesto, te lo pasas en grande. Además, cada día había dos personas que debían de ejercer de "amos de casa": se quedaban en el albergue para limpiar y preparar la comida para todos. No os podéis ni imaginar la variedad del menú de un campo de trabajo internacional.

Los fines de semana aprovechábamos para hacer visitas a pueblos y ciudades de alrededor. Anduvimos en canoa, visitamos
el fantástico castillo medieval de Braunfels, estuvimos en Colonia visitando su catedral en un día más que peculiar, montamos en caballo, visitamos las fiestas de Leipzig, estuvimos en museos... En fin, que hubo tiempo para todo.

Plaza de Braunfels, con el castillo a lo alto


Tres semanas más que intensas que pasaron volando. Al cabo de 21 días nos dimos cuenta de que estábamos en una pequeña burbuja apartada del mundo en la que habíamos disfrutado de un pueblo sin televisión ni teléfono, nos habíamos enriquecido con la mezcla de culturas, habíamos descansado, disfrutado, reído, bailado, habíamos hecho amigos para toda la vida....

Por cierto, ¿alguien me puede explicar por qué esto lleva el horrible nombre de CAMPO DE TRABAJO?

Algo más que la cerveza y las salchichas

Algo más que la cerveza y las salchichas

El alemán bebe cerveza a destajo en la fiesta muniquesa del Oktoberfest y lo hace enfundado en los clásicos pantalones bávaros de cuero, con el tradicional sombrero. Los alemanes son rubios, tienen los ojos claros, son fríos y distantes y se alimentan de salchichas, col y patatas. Además, en los hogares alemanes sólo se escucha música de Beethoven y Bach.

Estos son los clichés y prejuicios a los que se recurre con frecuencia para describir lo "típico alemán". Pero, ¿qué es “típico” en un país donde viven más de 80 millones de personas? Pues os voy a echar una mano: es amigable, generoso y servicial. También es puntual, comprometido y trabajador. El creciente número de inmigrantes que ha llegado a Alemania durante las últimas décadas han enriquecido a la sociedad alemana. Hoy día es mucho más multifacética y tolerante.

Pero ni Boris Becker ni Claudia Schiffer han logrado erradicar el cliché del "terrible alemán". Los viejos prejuicios parecen irreductibles y no cambian tan fácilmente, pese a las transformaciones históricas. Sin embargo, quien visite este país se sorprenderá. Verá a alemanes con "dreadlocks", comiendo un kebab.

Los alemanes también saben reírse a gusto y gozar de una tarde tranquila en el café de la esquina. Muchos alemanes se parecen más a sus vecinos franceses u holandeses que a sus conciudadanos de otras regiones. Es muy difícil explicar en pocas palabras cuán diversa es la Alemania de hoy en día. Aquí siempre hay algo nuevo que descubrir y esto sí es típico alemán.

¿Nos damos por aludidos?

¿Nos damos por aludidos?

Para muchos el viajar es un privilegio. Se necesita dinero, tiempo, salud... Para todos aquellos que no lo tenemos fácil, basta con fijarnos en nuestro alrededor y encender la televisión sin hacer zapping!!! ¡Los anuncios pueden ser nuestra solución! Ultimamente todas las comunidades autonómicas se han subido al carro del turismo, promocionándose. ¿Quien no recuerda a David Bustamante recorriendo las playas de Cantabria o el eslogan de Andalucía sólo hay una? Pues sí, son anuncios que hacen que por un minuto nos desplazemos a aquellas playas blanquecinas, a esas montañas...y a esas gentes. Con mayor o menor acierto hacen su labor ya que a muchos nos habrá venido a la mente esas imágenes a la hora de escoger un destino. Sin embargo, Extremadura ha querido llamarnos la atención con esta frase:

"Aún no sabes en donde está el mayor Bosque Mediterráneo de España? No seas paleto. Ven a "Extremadura.

¿Pero que se creen? ¿Desde cuando cuando alguien nos llama tonto vamos a llevarle la razón? ¡Está en todo comportamiento humano revelarnos ante quien nos insulta! Si lo que querían era turismo creo que la reacción de muchos habrá sido: "¡Os quedareis con las ganas!"
Y para colmo de todo, a los que más daño hace esto es a los mismos extremeños, aquellos quienes el turismo les da de comer. Así que aunque sea sólo por ellos ¿nos damos un paseo por extremadura?

Un viaje de 360 grados

Torre Eiffel, ParísHoy vamos a dar una vuelta sobre nosotros mismos y visitar lo que podemos ver de un solo golpe de vista. Sólo se ha de cumplir un pequeño requisito, estar a 320 metros de altura, en lo más alto del monumento más emblemático de París: la Torre Eiffel.

La Torre Eiffel se construyó para la Exposición Universal de París de 1889, entre una gran polémica de los académicos de finales del siglo XIX. Mide 320 metros y un pesa unas 7.000 toneladas. Está formada por 15.000 piezas metálicas, 2,5 millones de roblones y se apoya sobre cuatro pilares enterrados en enormes bloques de cemento.

Escuela militar

atravesando el Sena


Nos encontramos ahora en la cima de esta obra maestra de ingeniería. A sus pies se extiende el Campo de Marte, un antiguo recinto para maniobras militares en la época de Luis XVII que actualmente es un conjunto de plazas verdes que unen el Sena con la Escuela Militar y que ha sido empleado para emplazar multitud de acontecimientos. Al fondo, como hemos dicho, se encuentra la Escuela Militar encargada por Luis XV como centro de formación de jóvenes soldados. Es una edificación bastante sobria y vertical, con tres alas, la central más elevada y coronada por una cúpula.

Pero el Campo de Marte no es el mayor área verde que podemos ver desde lo alto de la Torre. Hacia el oeste de la ciudad, podemos obsevar el Bois de Boulogne: el parque más grande de París. Esta es una zona de recreo que cuenta con numerosos jardines, caminos, lagos y pistas deportivas.

Desde esta altura, también podemos ver el barrio de Chaillot, uno de los más bellos y tranquilos de París, que apenas cuenta con restaurantes o bares. En esta zona se encuentran las embajadas y los centros oficiales. La colina Chaillot, tambien llamada Trocadero, está presidida por el Palacio de Chaillot, construido para la exposición de 1937.

Museo del LouvreEn nuestra panorámica también destaca un castillo medieval. Se trata del antiguo palacio de los reyes de Francia, que ejerce de museo desde hace dos siglo. El Louvre lleva 800 años situado en la bella capital farncesa, una ubicación revalorizada al amparo de la obra de Eiffel. En este museo se pueden visitar muchas de las grandes obras de la historia
del arte, que van del nacimiento de grandes civilizaciones antiguas hasta la primera mitad del siglo XIX. El Louvre es el museo más grande del mundo y su entrada está conformada por una gran pirámide de vidrio. Habrá que bajar de la Torre para vistarlo.

Otro lugar que salta a la vista desde la Torre Eiffel y que no podemos dejar de visitar si vamos a París es el Arco de Triunfo. En 1806, el entonces emperador de Francia Napoleón Bonaparte ordenó la construcción de este monumento como homenaje a sus ejércitos. Mide 50 metros de alto y 45 de ancho y se sitúa en el extremo occidental de los Campos Elíseos. En las paredes están grabados los nombres de muchos generales y batallas. Al terminar la I Guerra Mundial en 1918, se construyó allí la Tumba del Soldado Desconocido.

Arco del Triunfo



Por último, visitaré el Sacre-Coeur. La basílica del Sagrado Corazón, en la cima de Montmartre, que se concluyó en 1910.
En esta descripción sólo se apuntan unas cuantas sugerencias; la más importante, no dejéis de ir a París y proponednos un itinerario alternativo.